jueves, 30 de abril de 2009

DESIGUALDAD: LA MUERTE DE UN NIÑO

La muerte de un niño:

Triste radiografía de nuestra escandalosa desigualdad


Francisco de Ferari Correa


Ya ha pasado un poco de tiempo de la agonía y muerte de Felipe Cruzat. Me imagino que sus familiares y amigos siguen llorándolo y reflexionando sobre el porqué y el para qué de semejante calvario. Durante todo el tiempo de angustiosa espera de un corazón, el país entero estaba movilizado y conmovido por este niño y por la preocupante y urgente necesidad de la donación de órganos. A mí me pasaron varias cosas con todo esto: por un lado me entristecía la dura realidad de aquella familia y me sentía profundamente unido a ella, y por otro lado me hizo pensar en lo terrible que es la desigualdad en Chile. Pero, ¿a qué va esta última reflexión? He aquí el meollo de lo que quiero suscitar.


Al ver la tremenda cobertura que le dieron los medios a este niño en particular y no a los demás casos que diariamente están sufriendo en la soledad de los hospitales públicos de Chile, me nace preguntarme, ¿qué diferencia un sufrimiento de otro? ¿Qué hace que se le ponga más atención a este niño en particular que a tantos otros que ni siquiera aparecen en las noticias? ¿Es que hay grupos humanos que merecen más atención y preocupación que otros? ¿Por qué hemos de llegar a este punto?


A mi parecer, lo que hemos podido ver es una clara manifestación de la escandalosa desigualdad que hay en nuestro país y que muchas veces, y en especial en situaciones como esta, se expresa en su plenitud. Esto no quiere decir que esté mal la cobertura dada a Felipe, sino que sería bueno que se utilice la misma cantidad de minutos en la televisión y páginas en un diario en cada caso, y no sólo cuando el sufrimiento proviene del barrio alto.


Por otra parte, y como otra manifestación de nuestra escandalosa desigualdad, la Iglesia también queda en deuda. Es tremenda la “cobertura” eclesial que se le dio a esta familia, vuelvo a repetir, no está mal, muy por el contrario, pero me parece triste ver que en nuestras poblaciones hay gente que muere en la soledad de su existencia sin que siquiera su comunidad local lo sepa (mejor ni preguntarse por el Párroco del lugar). Para la misa de los funerales eran más de 10 sacerdotes los que acompañaron a Felipe e incluso hasta el Cardenal Arzobispo de Santiago co-celebró. Al ver todo esto, vuelven a surgirme preguntas, ¿y para las demás situaciones qué queda? ¿Porqué tanta cercanía y preocupación con algunos y el olvido e invisibilidad de otros? ¿Es que la cercanía de Dios se ha de manifestar más claramente en aquellos lugares?


Sabido está que la distribución de sacerdotes en los barrios altos de nuestro país es un cuarto en comparación con los sectores marginales, es decir, hay cuatro veces más sacerdotes en los barrios acomodados de Santiago que en las poblaciones olvidadas; quizás por eso se puede entender con mayor claridad el porqué de tantas hermanas y hermanos que han sido muy bien acogidos en Iglesias hermanas (por ejemplo la Evangélica) al ver un cierto olvido de la nuestra. ¿Dónde quedan las fundantes opciones que provienen del mismo Jesús? ¿Es que la opción por los pobres sale a la luz únicamente cuando sobra el tiempo o para las misiones de verano?


Concluyendo, quiero recalcar que el problema no es con esta familia en particular sino más bien con la tristeza que me genera darme cuenta de que como país no somos tan solidarios como creemos que somos (síndrome Teletón) y que es urgente e imprescindible de que si queremos festejar el próximo año el Bicentenario es imperioso tener en cuenta de que hay grupos humanos enteros que no tienen porqué festejar y que sólo lo podrán hacer cuando haya una preocupación real y sincera para con ellos.

10 comentarios:

  1. Francisco, no es que no tengas razón, pero creo que es parte de los fenómenos sociales que una de muchas situaciones se hace conocida y se transforma en referente, y otras pasan sin pena ni gloria...

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  2. Frencisco, buena reflexion, la comparto. Incluso hay un tema transversal que tiene que ver con la imagen. La cultura de lo visual, de las ocasiones al servicio del "blog", de las reuniones en función de la "foto digital"... bastaba ver las imagenes de la operacion de Felipe, un atentado contra la privacidad, contra el pudor, contra el respeto, contra la seriedad... Mientras los medios procurán a quien devorar, el Cristo pobre acompaña en el silencio.

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  3. a mi tambien me da tristeza esa realidad,porque tambien pasa en argentina.
    no estamos haciendo lo que hizo jesus,se hizo el mas pobre entre los pobres y estuvo con ellos.
    nosotros estamos tan acostumbrados ya a tantas desigualdad,que nos parece normal...terrible.
    lo que mas me duele es el no accionar de la iglesia,de la que soy parte tambien.jesus fue tan humilde que vino a mosrarnos como hacerlo,murio y resucito por nosotros y nos dejo el mas bello mensaje...juan 15,12-17.
    y como soy damianista porque me impresiona la vida de damian,que tambien,en contra de la corriente,no solo vivi,sufri,abrazo,sino que murio por y con ellos en la isla,no permitio que lo trasladen al hospital de la gente con plata,murio con ellos.impresionante.
    nosotros estamos viendo,ayudando,haciendo algo concreto por los leprosos de hoy...
    excelente tu comentario fran.ana

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  4. DEBIDO A ALGUNOS ERRORES DE ENVIO.
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    EQUIPO SSCCENDEBATE

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  5. despues de un rato largo fuera de Chile vengo a darme cuenta sin muchas sorpresas que hay cosas que no cambian, algunas de ellas lamentables como lo que escribes, comparto tu reflexion y me alegra que hay cosas buenas que tampoco cambian, como tu capacidad de ver mas alla. un abrazo para ti defe.

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  6. Compartiendo contigo el escándalo de las desigualdes de todo tipo, como también la desproporcionada presencia-ausencia de nuestra iglesia en los sectores ricos y pobres; sin embargo me parece que debemos reconocer que el Señor sabe servirse también de los medios que están al servicio de los ricos, para dejar al descubierto ante ricos y p0obres, que no sólo para Felipe falta gente que tenga corazón para donárselo, sino también a tantos otros 'felipes' que esperan en silencio resignado...sin esperanza alguna;... pero, sobre todo para dejar al descubierto, que vivimos en un mundo y un Chile que NO TIENE CORAZÓN... que hace ya tiempo ha olvidado a AMAR de verdad para sólo buscar egocéntricamente una felicidad que así nunca podrá ser realidad. Tal vez con su papá, debamos reconocer que Felipe tuvo una misión... y (gracias a los mcs y sus posibilidades económicas familiares)podemos decir con él 'misión cumplida'... pero encomendada ahora en nuestras manos.

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  7. Defe, muy buen artículo. Buena interpelación no sólo a la fidelidad institucional de la iglesia, si no a la de todos nosotros. Y también una invitación a vivir nuestro comprimiso evangélico con mayor coherencia.
    Gracias por el aporte que haces con tus reflexiones, saludos,
    Gonzalo

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  8. Que se puede decir,no encuentro la raiz del comentario,leo en el una amargura de la persona que lo escribio,una ofensa a las personas que ayudaron en toda la ocacion que fue necesario,sea cualquiera el rango que tenga.Yo soy pobre y me atiendo en un centro de salud publico teniendo que esperar horas dias semana meses o mas ,no por ese discrimino al que tiene otras posibilidades,o mejor situacion economica,y trabajo con sacerdotes que se la juegan por los pobres.Juan luis.

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  9. nuestro deber es acompañar y visibilizar aquellas situaciones y a aquellas personas que para los medios masivos de comunicación y por lo mismo para la sociedad entera son invisibles y por lo mismo inexistentes, así como con Molokai, que sin un Damián seguiría desconocido para todos, pero esto implica fundirse en un abrazo de amor y quizás de muerte con el excluído..

    matías sscc

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  10. Creo que si compartiéramos más espacios de reflexión gratuita, nos daríamos cuenta de que muchas de nuestras reflexiones y comentarios se encuentran más unidas de lo que creemos.
    Comparto plenamente todo loque escribiste sobre este asunto.

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SS.CC. DEBATES. Gracias por compartir tus comentarios.