miércoles, 8 de diciembre de 2010

INCENDIO EN LA CÁRCEL

INCENDIO EN LA CÁRCEL
Pablo Fontaine sscc

Murieron quemados los hombres encerrados.
Murieron encerrados porque habían robado.
Y habían robado porque tenían un vacío en el alma.
Lo tenían desde la infancia cuando sólo vieron golpes,
y hambre, e insultos que mataban el alma.

Necesitamos mejores cárceles dicen algunos.
Necesitamos más cárceles y más seguras.

Señores míos, necesitamos que haya trabajo y buenas escuelas.
No necesitamos aviones ni tanques ni submarinos
Para seguir matando.
No queremos que el cobre se destine a nuevos armamentos.
Que los ricos y poderosos renuncien a sus fiestas exclusivas,
Y colaboren para empezar la fiesta de los pobres.
Ellos no piden muchos lujos.
Sólo quieren casas, escuelas, becas, trabajo.

Para no tener que encerrar a la gente. Para no enviarla al Purgatorio.
Basta un descuido y encuentran un Infierno.
Para no tener que ver tanta lágrima, tanta muerte, tanto dolor.
¿Quién va a consolar a la viuda y al huérfano, a la madre y el hermano?

4 comentarios:

  1. Comparto el comentario del P.Pablo F. También su indignación. Sigue sucediendo en Chile que el primer quintil de nuestra población vive como en el Congo, en el centro de Africa, y el último quintil vive como en el tercer país del mundo. Los encarcelados, aquellos que para algunos deben ser llevados a prisión por cualquier motivo, no pueden vivir con la dignidad que ninguno de nosotros les confiere: la tienen por la simple razón de ser humanos. ¿Quién puede vivir y dormir en un cuarto de 3 por 3 con 18 personas más y encerrados con candado? Para quienes tengan que ir a una cárcel por la gravedad del delito, vale recordar que el castigo es la privación de libertad. Ni más ni menos que eso. Pero solamente eso. Todos sus demás derechos como seres humanos permanecen incólumes y a la sociedad, en su conjunto -y más en particular al Estado-, les corresponde respetarlos y defenderlos. Percival Cowley V. ss.cc.

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  2. yo diria que basta a las buenas voluntades caracteristicas del criterio canonico que conducen a la frustración. es necesario mas derecho sin estado de derecho.

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  3. Agradezco la opinión tan certera de Pablo y la comparto plenamente.
    Guido Flamey

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  4. La horrible tragedia que pasó es consecuencia de una añosa vergüenza que siempre que aflora reclamamos y reclamamos, pero ahí sigue lo miserable de nuestras cárceles.
    Si no existe la posibilidad de rehabilitación y sólo los hacinamos, no me extraña que salgan a continuar delinquiendo cargados de más rabia contra la sociedad que quizás ya percibían injusta antes de delinquir.
    ¿Queremos más cárceles para más hacinados llenos de rabia?Parece que no notamos que en parte somos nuestros propios generadores de delincuentes. Y luego nos quejamos.
    ¿Un país que castiga los crimenes trangrediendo los derechos humanos no debiera ser también juzgado y sancionado?

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SS.CC. DEBATES. Gracias por compartir tus comentarios.