miércoles, 28 de diciembre de 2011

CARTA A MIS HERMANOS CATÓLICOS

Pablo Fontaine sscc

Queridos hermanos:

Les escribo sobre la situación de nuestra Iglesia en este momento de nuestro país, compartiendo con ustedes el mismo dolor y el mismo amor por esta Casa en que nacimos a la Vida de Dios, en que aprendimos a rezar, a amar y a conocer a Jesús. Nos acompañan en el asombro muchos amigos no católicos, y también otros menos amistosos que no ocultan su rabia acumulada ni su ironía.

El descenso de credibilidad de la Iglesia y su pérdida de prestigio no provienen de una persecución mal intencionada. Si así fuera, podríamos vanagloriarnos de ser perseguidos por la causa de Jesús. Pero no es así. La misma Iglesia Católica que ayer era valorada por su firmeza frente a la dictadura y su servicio a las víctimas, en un breve tiempo se ha hecho harto menos creíble y hasta despierta animosidad en muchas personas.

¿Qué nos ha pasado? ¿Es por los escándalos protagonizados por sacerdotes?

En buena parte sí. Tales hechos han hecho crecer la desconfianza. A veces, más de la cuenta, especialmente en sectores que habían endiosado al ministro de la Iglesia, poniendo su confianza más en el hombre, pobre instrumento, que en Dios.

No soy capaz de entrar en todas las causas de esta situación. Pero me interesa expresar ante ustedes, lo que más me impacta y dónde se encuentran para mí los focos de esperanza para el futuro del mensaje cristiano.

Dicho brevemente y sin muchos matices:

- Ciertamente entran en desmedro de la Iglesia esos abusos protagonizados por sacerdotes o religiosos. Pero también una impresión general de que se ha hecho lo posible por ocultarlos o por dilatar su sanción. Ha predominado una sensación de poca transparencia. Lo que es explicable aunque haya sido con la buena voluntad de no dañar a las personas ni el mismo anuncio de Jesús. Pero de hecho el secretismo ha aumentado el escándalo.

- También cuenta en el menor aprecio por la Iglesia, un cansancio generalizado con su autoritarismo y centralismo. Hay razones que avalan la necesidad de cuidar su unidad y disciplina, pero nuestra cultura actual exige más flexibilidad, participación, escucha, libertad de opinión, y reacciona con fuerza ante lo que es impuesto desde arriba.

- A veces la Iglesia ofrece públicamente su aporte a la sociedad en una forma que deja la impresión de pretender ser maestra de todos, como exigiendo sumisión de la sociedad entera sin dar argumentos para ello, acentuando así la impresión de ser “dogmática” en el peor sentido de la palabra.

- Molesta la gran diferencia entre Jesús y la Iglesia cuando se considera el ejemplo de pobreza y humildad del primero y la apariencia de riqueza y poder de la segunda. El Papa puede vivir con sencillez, pero si se muestra ante el mundo como un monarca con una corte de lujo, la gente hablará despectivamente del “oro del Vaticano”.

Por éstos y por otros motivos, nos duele esa Iglesia que amamos y de la que hemos recibido el mensaje liberador de Jesús y el testimonio admirable de tantos hermanos que iluminaron nuestras vidas con sus ejemplos. Ante lo cual podemos caer en una angustia que nos lleve a crisparnos, ponernos rígidos con nuestros hermanos o encerrarnos en un ghetto que nos aleje de este mundo para preservar la fe y la moral. O podemos luchar tensamente para recuperar lo perdido y procurar tener influencia de cualquier modo. No sería fecundo y sería perturbador.

¿Cómo miro el futuro de la Iglesia? Con humildad les digo que es con la esperanza de que el Señor no la abandone, que esta crisis sea una gran purificación que nos haga caer en la cuenta de nuestras fallas, nos instruya sobre lo que Jesús espera de nosotros, nos limpie la mirada y el corazón y nos llame a una conversión más profunda.

Queridos amigos: ¿Por qué no mirar desde ahora el futuro de la Iglesia como una realidad más modesta pero encendida por el Espíritu? La imagino pequeña, fervorosa, formada por personas libres, sin fetichismos, sin miedos, alegres, felices de estar tratando de seguir al Señor.

Podemos pensarla y prepararla muy fraterna, con verdadero respeto y cariño de unos por otros. Como una comunidad de iguales en que la autoridad muestra tangiblemente esta igualdad, en su tono, su vestimenta, su modo de proponer, escuchar y mandar.

Quisiéramos ver en ella un verdadero protagonismo laical en que los cristianos, sacerdotes, religiosos(as) y laicos(as) ricos y pobres, trabajaran juntos por igual, para mejorar su formación, especialmente leyendo la Escritura, en la oración compartida o silenciosa. O llevando las responsabilidades de la comunidad con parecida participación. También una pastoral que contara con muchas pequeñas comunidades, siempre centradas en la Biblia, comunidades fraternas, en que el pobre y la mujer tuvieran un lugar relevante.

Una Iglesia preocupada de verdad por lo que le pasa al hombre realmente, por la vida de las familias, por el trabajo, la economía, la creación artística, la situación de los más pobres…

Sobre todo con una Pastoral centrada en Jesús con una mística de encuentro personal con él y con un mensaje de liberación para todos marginados, empobrecidos, explotados y despreciados. Una pastoral que descubra cada día con gozo y asombro la Presencia de Dios y su Don, junto con el llamado a una entrega más entera de todos. Que recuerde el carácter subversivo de la Iglesia, como el de María: “Derribó de sus tronos a los poderosos y engrandeció a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y a los ricos despidió sin nada” (Lucas 1, 52-53).

Para una conversión eclesial de tal hondura necesitábamos un movimiento telúrico de la magnitud de éste que estamos sufriendo. En tal caso bienvenida crisis.

Si no soñamos algo así, querrá decir que ha dejado de correr por nuestras venas esa alegría contagiosa de San Pablo y de todo el Nuevo Testamento.

Unido con todos ustedes en la Esperanza, los saluda cordialmente

Pablo Fontaine ss.cc.

7 comentarios:

  1. Que bueno que sus ojitos se están abriendo.
    Así resplandecerá la luz del verdadero evangelio de cristo.

    2 Corintios 4:4
    "En los cuales el dios de este mundo ha cegado el entendimiento (la mente) de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios".

    " Dios pasó por alto los tiempos de tal ignorancia, pero ahora manda a todos,en todas partes que se arrepientan"
    Hechos 17:30

    Bernardita

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  2. "...y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres" Jn 8,32.

    Gracias por la carta, esta describe de manera ordenada lo que se ha comentado de paso con los mas cercanos.
    Ante su pregunta "¿Cómo miro el futuro de la Iglesia?" mi respuesta es como la estoy mirando "ahora", o sea, con un verdadero "entusiasmo", con mucha mas esperanza que antes... porque me doy cuenta que se esta dando vuelta la pirámide y que la diplomacia eclesial sabe a hipocresía para la sociedad, en la cual me incluyo.
    Finalizo mi comentario con 2 textos del AT que hoy ante todo esto me resuenan en lo profundo de mi ser:
    - “... pondré en ustedes un corazón nuevo y un espíritu nuevo.” (Ez 36, 26)
    - “Yo voy a hacer algo nuevo, y verás que ahora mismo va a aparecer.” (Is 43, 18)

    Hoy es tiempo de conversión. Muchas gracias,
    Atte. Magister sscc.

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  3. Le invito a hacer oración meditativa con
    Jeremías 10
    Con cariño
    Patricia

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  4. Muchas gracias, querido Pablo, por estas reflexiones tan oportunas y sinceras.
    Me impactó una hermosa experiencia con la comunidad educativa de la Escuela Casa Azúl con la participación de dos sacerdotes SSCC.
    Para mí fue la experiencia de una iglesia al estilo de Jesús.
    Guido Flamey
    g.flamey@gmail.com

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  5. Muchas gracias Pablo por tu texto, es inspirador, esperanzador y también interpelador. Pienso que este es el tiempo de la humildad, de valorar y desplegar lo que significa ser pequeños, en lo personal y como pueblo de Dios. En eso nos inspira también la figura de María y de todos los anawin (pobres de Yaveh) de la historia, por eso me encantó la cita subversiva del Magnificat.

    ¿Cómo ayudar, desde las bases de nuestra querida iglesia, a que los hermanos que cumplen los roles de autoridad, unidos a todo nuestro pueblo, puedan, podamos caminar hacia esa eclesialidad más fraterna, más inclusiva y horizontal, más al modo de Jesús? Debemos ser creativos y valientes en la búsqueda de los modos, animados siempre por el amor, por la fidelidad al amor.

    De nuevo muchas gracias.

    Matías sscc

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  6. GRACIAS POR TAN HERMOSA REFLEXIÓN! LLENA DE OPTIMISMO, CON UNA MIRADA POSITIVA Y ESPERANZADORA, PERO POR SOBRETODO UNA HUMILDAD, PROPIA DE LOS GRANDES!
    GRACIAS... PORQUE ESTA CARTA ES UNA FUENTE DE VIDA Y ENTUSIASMO PARA QUIENES TRABAJAMOS EN LOS BARRIOS TRATANDO DE LLEVAR EL TESTIMONIO DE VIVIR EL SUBVERSIVO, REVOLUCIONARIO Y LIBERADOR EVANGELIO DE JESÚS DE NAZARET!!! UN ABRAZO SS.CC PARA TODOS, DESDE MERLO- MORENO. ARGENTINA. ANA

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  7. Decidí ser apóstata, desde esta posición me permitiré agregar un comentario. Es simple la situación... Sea valiente: cambie la comodidad de su residencia por la confianzaen qué Dios le proveerá de lo qué necesite para su subsistencia. No se preocupe de lo que dice el "Santo Padre" concentrece en decir la verdad siempre, por ejemplo, sea capaz de decir que el aporte que hacen los novios por la realización de un matrimonio es el pago de sus honorarios y no un aporte para la iglesia. Sea capaz de asumir que gran parte del clero hace aguas con el celibato, Que si hay sacerdotes homosexuales, que es imposible ser obispo sí se es de familia sencilla, que sí tienes dinero y aportas a la iglesia esta o miembros de su clero atendrán con prioridad sus necesidades y consolaran su angustia flexibilizando la gravedad de sus pecados.
    Si de verdad le preocupa imitar a cristo le recomiendo volverse ateo... Porque? Dirá usted. Porque un verdadero ateo no tiene ídolos, es decir el papa no será su ídolo ni los santos, obispos ni nada, si esta preocupado por la iglesia ame a todo quien se cruce por su vida, ame respetando, contemplando, transformando su propia vida no diciendo a otros que debe hacer. Podría darle mil sugerencias más. Yo ya comencé este camino. Un abrazo

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SS.CC. DEBATES. Gracias por compartir tus comentarios.