martes, 31 de mayo de 2016

Las elecciones en el Perú

Por Raúl Pariamachi ss.cc.


El domingo 5 de junio los peruanos decidiremos quién será el nuevo presidente: Keiko Fujimori (41 años) o Pedro Pablo Kuczynski (77 años). La primera es magister en administración de empresas y ha sido congresista de la República del 2006 al 2011; es hija del expresidente Alberto Fujimori, que cumple condena de 25 años por crímenes de lesa humanidad y delitos de corrupción durante su gobierno. El segundo es magister en economía y ha sido ministro de Estado en varias ocasiones; ha sido cuestionado por supuestas preferencias a empresas extranjeras.

En la primera vuelta electoral del 10 de abril pasado, Fujimori obtuvo el primer lugar con el 39.85% de los votos válidos (el 32.64% de los votos emitidos), en tanto que Kuczynski obtuvo el segundo lugar con el 21.05% de los votos válidos (el 17.23% de los votos emitidos). Debido al sistema, con el 39.85% de los votos válidos el partido de Fujimori obtuvo el 56.15% de los congresistas (73 de 130).

Esta campaña de la segunda vuelta llegará a su fin después de ocho semanas. En la primera semana las encuestas –sobre la intención de voto– daban un empate entre los candidatos: en promedio un 41% para cada uno, con un 18% de votos en blanco y de los indecisos. Las últimas encuestas –sobre la intención de voto– han dado como resultado en promedio un 46% para Fujimori y un 41% para Kuczynski, con un 13% de votos en blanco y de los indecisos. Si se contaran solo los votos válidos la distancia se ampliaría, con un 53% para Fujimori y un 47% para Kuczynski.

Fujimori ha puesto la fuerza de la campaña en mostrar su juventud, la mano dura contra la delincuencia y las obras en favor de las regiones (ofreciendo de todo a todos). Sigue rodeada de parte del entorno que acompañó a su padre, con gente que no oculta su veta matonesca. Lo más grave es que Joaquín Ramírez, secretario general de su partido, está siendo investigado por la DEA por lavado de activos; sin embargo, Fujimori sigue usando las casas y el auto de Ramírez. Su candidato a la vicepresidencia es sospechoso de haber alterado un audio para desprestigiar la denuncia.

Por su parte, Kuczynski ha puesto la fuerza en mostrar su experiencia en gestión, su equipo técnico y su garantía ética, sobre todo su compromiso de evitar que regresen el autoritarismo y la corrupción del fujimorismo. El problema es la percepción que deja de ser un candidato con poca vitalidad, además de que no se puede olvidar que el 2011 apoyó a Keiko Fujimori contra Ollanta Humala en la segunda vuelta.

Hace poco algunos amigos extranjeros me han preguntado cómo se explica que el fujimorismo tenga alta probabilidad de retomar el poder en el Perú. Les he dicho que en primer lugar cabe reconocer que Keiko Fujimori ha hecho una campaña bien pensada y ejecutada durante varios años, aunque sea en la lógica tramposa del todo vale. Cuenta además el gobierno deficiente de Humala, que ha decepcionado a los sectores populares. Finalmente, a buena parte del electorado parecen importarle poco las dudas razonables sobre la capacidad técnica y la calidad moral del fujimorismo.


En realidad en muchos aspectos ambos candidatos y sus propuestas se parecen. La diferencia está en que Kuczynski podría garantizar la democracia en sentido amplio. En cambio, el triunfo de Fujimori podría significar la perversión de la democracia real, el retorno de la demagogia, el populismo y el clientelismo. Los ciudadanos decidiremos una vez más con nuestro voto consciente. ¡Estamos a tiempo!

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